Ese dato figura en el informe ‘El efecto del ruido ambiental en la capacidad y el comportamiento de lectura de los niños en Europa’, elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y difundido este jueves.

El informe indica que más de un 20% de los ciudadanos europeos están expuestos a niveles de ruido del transporte de vehículos, trenes y aviones que pueden tener efectos perjudiciales para la salud.

Además, los niños con hogares o escuelas en áreas afectadas por el ruido del transporte tienden a obtener puntuaciones más bajas en la capacidad de lectura y muestran dificultades de comportamiento.

Según el informe, más de 500.000 niños en Europa tienen una capacidad de lectura disminuida y alrededor de 60.000 menores manifiestan dificultades de comportamiento atribuibles al ruido del transporte.

PROPUESTAS

Reducir la exposición al ruido en el hogar y en la escuela minimizaría estos resultados adversos relacionados con el ruido para los niños, lo que puede afectar a sus oportunidades y calidad de vida, según la AEMA, que apuesta por aplicar políticas eficaces de reducción del ruido.

Por ejemplo, unos límites de velocidad más bajos, aceras y neumáticos poco ruidosos o restricciones operativas para aviones y trenes reducirían el ruido en su origen.

Para reducir aún más la exposición de los niños al ruido, las aulas escolares y las habitaciones de los menores en casa podrían colocarse lejos de las carreteras concurridas siempre que sea posible.

El plan de acción de la UE para la contaminación cero tiene como objetivo reducir el número de personas que sufren molestias crónicas por el ruido del transporte en un 30% de aquí a 2030, en comparación con 2017. Sin embargo, este objetivo no se alcanzará, según las evaluaciones actuales.