Desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde, asociaciones vecinales, grupos de empresas y casas regionales desfilaron por riguroso orden de sorteo ante la fachada sur de la basílica, donde estaba instalada la enorme imagen de la Virgen.

El presidente de Aragón, José Marco, fue el gran ausente de los actos centrales del día grande de las fiestas zaragozanas, al encontrarse en Madrid asistiendo en el Palacio Real a la recepción que ofrcieron los Reyes con motivo del Día de la Fiesta Nacional.

En la ofrenda sí participaron el alcalde de la ciudad, el delegado del Gobierno en Aragón y el resto de autoridades civiles y militares de la región.

El buen tiempo acompañó la celebración, en contraste con el viento, el frío y la lluvia reinante en jornadas precedentes. Las autoridades municipales calculan que durante este "puente" se han encontrado en la ciudad de Zaragoza más de un millón de personas.