Tres de estos equipos se han desplazado a Bantul, una zona muy densamente poblada que ha resultado ser el distrito más afectado por el seísmo, al suroeste de la histórica ciudad de Yogyakarta. Desde allí, han descrito la situación como "bastante grave", según informó hoy en una nota Intermón Oxfam.

Las instalaciones médicas de Bantul están colapsadas y muchas de las casas construidas de barro y ladrillo se han derrumbado.

Oxfam Internacional estaba ya trabajando antes del terremoto en previsión de una erupción del volcán Merapi, que se encontraba en alerta máxima desde hacía varias semanas.

El material almacenado en previsión de esa emergencia y el equipo desplazado con antelación han permitido empezar a dar una respuesta inmediata tras el seísmo, de manera que los equipos se encuentran trabajando todo el día para suministrar agua potable y artículos de primera necesidad a los afectados.

"Muchos de los miembros indonesios de nuestro equipo se han visto muy afectados por el terremoto y todos ellos tienen familia en la zona, por lo que la presión sobre ellos es muy grande. Aún así, es impresionante cómo han respondido. La mayoría ha decidido venir y tomar parte activa en la respuesta de emergencia", explicó David McDonald, responsable de programas de Oxfam Internacional en Indonesia.

Los equipos de Oxfam Internacional pondrán en marcha lo antes posible la instalación de depósitos y la distribución de agua en camiones cisterna para los heridos que se hacinan en el hospital de Bantul y las personas que han buscado refugio en los alrededores, y también distribuirán artículos de higiene, como jabón y compresas.