Así se refleja en el último informe mundial de Unicef sobre la infancia y esta enfermedad, que cifra en 310.000 las nuevas infecciones durante ese mismo año, ante la celebración, el 1 de diciembre, del Día Mundial del Sida. Unicef denunció que "los avances en la prevención y el tratamiento del VIH en niños, adolescentes y mujeres embarazadas se han estancado prácticamente en los tres últimos años" y que muchas regiones aún no han alcanzado la cobertura de servicios que tenían antes de la pandemia de covid-19.

Todo ello se suma a la brecha ya existente, "y cada vez mayor", entre niños y adultos en lo que se refiere al acceso a los tratamientos, criticó. Para Anurita Bains, jefa asociada de VIH/Sida de Unicef, “los niños y niñas llevan mucho tiempo a la zaga de los adultos en la respuesta contra el VIH/Sida, pero el estancamiento observado en los tres últimos años no tiene precedentes y pone a demasiados jóvenes en riesgo de sufrir la enfermedad y de morir”.

“No estamos consiguiendo localizarlos, hacerles pruebas y prescribirles tratamientos que les salven la vida. Cada día que pasa sin avances, más de 300 niños, niñas y adolescentes pierden en su lucha contra el VIH/Sida”, agregó.

Los menores constituyen el 7% del total de personas que viven con el VIH/Sida, pero representaron en 2021 el 17% del total de muertes relacionadas con la enfermedad y el 21% de las nuevas infecciones por VIH. Con todo, Unicef considera que "las tendencias a largo plazo siguen siendo positivas". Entre 2010 y 2021, las nuevas infecciones por VIH/SIDA disminuyeron en un 52% entre los niños de menor edad (de 0 a 14 años), y un 40% entre los adolescentes de 15 a 19 años.

También la cobertura del tratamiento antirretroviral de por vida en mujeres embarazadas que viven con el VIH/SIDA pasó del 46% al 81% en una sola década.