Según las mismas fuentes, la Xunta no les ha pagado nada en lo que va de año, como tampoco los atrasos de 1993, por lo que acusan al Gobierno autónomo de incrementar la deuda con el transporte escolar gallego hasta los 2.000 millones de pesetas.

Asimismo, señalaron que estos atrasos hacen insostenible la situación para muchas pequeñas empresas del transporte, en las que trabajan unas 10.000 prsonas y cuyos ingresos dependen en un 50 ó 60 por ciento de la Consejería de Educación de la Xunta de Galicia.

Para justificar el retraso en los pagos, la Xunta de Galicia ha argumentado dificultades de tesorería y la aprobación de los Presupuestos Generales de la comunidad autónoma, que fueron ratificados por la Cámara autonómica la semana pasada.

Los transportistas tienen previsto reunirse en asamblea el próximo sábado y entre las medidas de presión barajan un paro general.

La semana pasaa también se produjeron varias movilizaciones convocadas por los consejos escolares de los centros públicos, que reclamaron mayores presupuestos para garantizar el funcionamiento de los centros escolares.