La avalancha de solicitudes en lo que va de año se ha producido a raíz de la publicación por el Ministerio, el pasado mes de enero, del nuevo decreto que regula las actividades de distribución al por mayor y por menor de carburantes y combustibles petrolíferos, en el que se establece la creación de un registro de distribuidores.

La reacción empresarial al decreto ha hecho revisar las previsiones de crecimiento de la red de ventas de combustiles, sobre todo al por menor, que es la que más interesa a Industria para considerar plenamente introducida la competencia en el sector y proceder a la supresión de los precios máximos de carburantes que fija ahora cada semana.

De hecho, las fuentes consultadas señalan que al ritmo actual de crecimiento de la red es previsible que a finales de año haya en España más de 7.500 estaciones de servicio por toda la geografía nacional.

Entre las condiciones que establece el decreto para obtener el estatto de distribuidor de productos petrolíferos figura el aseguramiento de los suministros necesarios para el abastecimiento que se proyecta realizar, disponer de medios de almacenamiento y transporte suficiente y adecuados a la normativa de seguridad, además de cumplir con la normativa sobre existencias mínimas que le sea aplicable.

Los futuros distribuidores deben acreditar también una capacidad financiera mínima para desarrollar la actividad y estar al día en el cumplimiento de sus obligaciones tributrias.