Ussía y García hicieron estas declaraciones a las puertas del domicilio de Martín Prieto, en donde manifestaron que la familia del periodista ya había hablado con él y había recuperado la tranquilidad, después de horas de temor y tensión ante la posibilidad d que su desaparición fuera consecuencia de un secuestro.

El ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, y el secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martín Fluxá, visitaron esta mañana el domicilio del periodista y varios efectivos policiales especializados en desapariciones desplegaron un dispositivo especial para investigar el paradero del periodista.

Según detallaron a Servimedia fuentes del Ministerio de Interior, la esposa de José Luis Martín Prieto llamó ayer a primera hora de la tardeal ministro de Interior para explicarle que, al regresar a su casa, después del trabajo, se encontró con la puerta de su vivienda abierta y con que su marido, que no acostumbra a marcharse de casa sin avisar, no estaba. Asímismo, explicó que todos sus objetos personales estaban en el interior de la casa, incluida su cartera y documentación.

La familia de Martín Prieto tiene línea directa con el Ministerio de Interior, ya que el periodista ha sido amenazado en varias ocasiones por ETA, aunque ha rechazdo tener protección especial, según indicaron fuentes del Ministerio del Interior.

Según el relato de los porteros del edificio donde reside el periodista, éste abandonó el inmueble donde reside acompañado de una mujer de pelo rubio y de mediana estatura. Según estos datos, el periodista caminaba y charlaba tranquilamente con su acompañante y llevaba puesta una americana, unos pantalones y una camisa sin corbata.

Por otra parte, según manifestaron a Servimedia fuentes de la Sección de Nacional de Diario 'El Mundo', el periodista desaparecido habló sobre las diez de la mañana de hoy con una secretaria del periódico. Según su relato, Martín Prieto llamó a la redacción cuando todavía no se conocía la noticia de su desaparición y le pidió algunos datos con un tono de voz tranquilo como el que usa habitualmente cuando llama al periódico.

Media hora más tarde, volvió a llamar al diario y lo cogió otra secretaria que ya sabía lo de su supuesta desaparición. De inmediato, le preguntó donde estaba y s se encontraba bien, pero el periodista no quiso explicarle nada y pidió hablar con Pedro Cuartango, de la sección de Opinión del periódico.

En la conversación que mantuvo con Cuartango le dijo que se encontraba en perfectas condiciones y que no ocurría nada anormal. Le tranquilizó y le pidió que no se preocupara, que iba a llamar a su casa para tranquilizar a su familia.