Martí Mingarro aseguró también que algunos reconvirtieron sus obligaciones en acciones y al convertirse en accionistas asumieron los riesgos de aquella empresa, "pero yo de aquello no tenía ninguna responsabilidad profesional. Yo cumplí con mi obligación y eso lo saben quienes han iniciado esta actuación que no tiene más objeto que el de dañar".

El decano del Colego de Abogados de Madrid declaró que "cuando se está en una posición pública como la que yo estoy, hay que asumir que hay una serie de riesgos, pero yo tengo muy claro que los riesgos que vengan por cosas injustificadas los tendré que asumir como riesgos, pero de ninguna manera asumir que yo haya hecho nada que pueda ser reprochable y lucharé por que se esclarezca la verdad".

"No puedo más que rechazar esas afirmaciones", continuó Martí Mingarro, "y de paso lamentar que se utilice la protección jurídic que da el ordenamiento a todos los ciudadanos para hacer daño. Oir que se me llama prevaricador me duele especialmente, pero yo sé que eso no tiene fundamento alguno. Ya tomaré mis medidas para reponer mi buena fama. Ser decano del Colegio de Abogados puede haber sido el pararrayos provocador de este rayo. Alguien sabrá por qué lo hace".