MARRUECOS. LA POLEMICA DEL VIAJE IRRUMPE EN EL DEBATE SOBRE UN CONVENIO DE MANO DE OBRA ENTRE ESPAÑA Y MARRUECOS
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La polémica suscitada por el viaje a Marruecos del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, marcó esta tarde el debate parlamentario sobre un acuerdo de mano de obra entre España y el reino marroquí.
El pleno dl Congreso de los Diputados se disponía a votar el acuerdo sobre mano de obra entre el Reino de España y el Reino de Marruecos, hecho en Madrid el 25 de julio de 2001.
La portavoz popular, Angeles Muñoz, se refirió en su intervención los "cambios de posición" que, en su opinión, ha tenido la dirección socialista en todo lo referente a Marruecos y que se han demostrado en el reciente viaje de Rodríguez Zapatero a Rabat.
En medio de una sonora protesta desde los bancos socialistas, Muñoz cuestionó a intención del líder socialista y remachó criticando la disposición del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, a visitar Rabat.
La diputada popular trataba de hacerse oir desde su escaño, a pesar de los continuos pataleos y abucheos de los bancos de la oposición, y con la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, llamando al orden.
El portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, pidió entonces la palabra, apelando al artículo 71.3 del Reglamento de la Cámara, que prevé la conceión de la réplica a un Grupo Parlamentario cuando considere que las alusiones afectan a su decoro o dignidad.
La presidenta, facultada para interpretar el Reglamento, negó que las palabras de Angeles Muñoz hubieran afectado al decoro o la dignidad de los socialistas "de forma distinta a como se vienen desarrollando los debates en los últimos meses en este hemiciclo", por lo que negó la palabra a Caldera.
El portavoz del PSOE apeló entonces al artículo 102, según el cual los oradores deben ser llaados a la cuestión debatida cuando se entienda que se han salido de ella.
También en esta ocasión la presidenta del Congreso negó la palabra a Jesús Caldera, que expresó entonces su protesta de forma enérgica para que quedara constancia de ella a pesar de tener el micrófono del escaño apagado.
Los diputados socialistas comenzaron en ese momento a abandonar el hemiciclo en señal de protesta, encabezados por Caldera y otros miembros de la dirección del Grupo Parlamentario.
(SERVIMEDIA)
20 Dic 1991