En rueda de prensa con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, Aznar no quio entrar al fondo de la declaración de Benaissa y añadió que el acuerdo escenificado el pasado lunes en Rabat por el propio Benaissa y la ministra Ana Palacio es "muy claro, muy nítido" y no necesita "mayores explicaciones".

Ese acuerdo, que se logró con un "testigo cualificado, en calidad de facilitador", el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, explicó el presidente, "simplemete necesita ser respetado y cumplido".

El jefe del Ejecutivo advirtió que España siempre ha aspirado a las relaciones "más estrechas, provechosas y fructiferas" con Marruecos, "y esa va a ser nuestra actitud".

En este sentido, admite desconocer a qué obedece lo dicho por Benaissa ayer ante el Parlamento de su país, "pero tampoco vamos a guiar nuestras relaciones ni las cestiones de fondo de esa relación estrecha por ningún tipo de declaración más o menos altisonante".

"Nosotros nos vamos a austar, en lo que se refiere a la superación del incidente de la semana pasada al acuerdo que es público y que es conocido por todo el mundo, y que forma parte evidentemente de lo que debe ser respetado", insistió.

Entre España y Marruecos, dijo el presidente, existen "multitud de campos" para colaborar, entre otros, el financiero, la cultura y otros.Se trata de colaborar de la manera "más inteligente posible por ambas partes".

Por su parte, el presidente egipcio, Hosni Mubarank, afirmó sobre eta cuestión que "una cosa es la Liga Arabe, con sede en El Cairo, y otra la posición del gobierno egipcio" sobre el coflicto de islote de Perejil. Según Mubarak, España y Marruecos ya han alcanzado un acuerdo y "no hace falta que demos más sentencias e intepretaciones", añadió, a un asunto que calificó como "expediente cerrado".