Marlaska se refirió a esta cuestión al participar en el Ateneo en un encuentro informativo sobre los delitos de odio. En este encuentro, el ministro se refirió a que le preocupan determinadas “conductas” que se están dando en el ámbito de la “confrontación política” y citó expresamente palabras contra Sánchez dichas por Ayuso, Abascal y el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch.

Mencionó así la expresión “me gusta la fruta” que ha popularizado Ayuso y que Abascal hablara de que los españoles pueden acabar “colgando de los pies” al presidente del Gobierno. Aludió también a que Tertsch enviara un tuit con la frase “Dios no quiera que le vuelen la cara a tiros a Bolaños como a Vidal Quadras y tengamos que consultarle a él si ese terrorismo es bueno o malo”.

CONDUCTAS NO “INOCENTES”

El responsable de Interior señaló que no afirma que este tipo de manifestaciones tengan una “entidad manifiesta”, en alusión a implicaciones legales. Sin embargo, afirmó que pronunciarse de esta forma “no es inocente” y que “las conductas y actitudes que no son inocentes van calando en la sociedad y pueden ser el germen de algo más violento”.

Indicó que todas estas “conductas” y “actitudes” son las que el Gobierno tiene que “hacer frente” para afrontar los mensajes de odio. Destacó que en todas estas políticas las víctimas deben ser el “centro”.

Al mismo tiempo, sobre si pudo haber delito de odio en el golpeo a una piñata con la cara de Sánchez en la sede socialista de Ferraz, Marlaska respondió que hay que dejar que “sean los órganos judiciales los que respondan al respecto”.

En todo caso, señaló que, “en abstracto”, el delito odio puede ser por “razones ideológicas”. Añadió que un militante socialista de cualquier pueblo puede sentir “miedo” porque se escenifique en Madrid un acto violento contra su líder y presidente del Gobierno.