MARIO CONDE: SERRA PIDIO A ROLDAN QUE OCULTARA A CORCUERA LA EXISTENCIA DEL `INFORME CRILLON'
- Asegura que se lo contó Julian Sancristóbal en la cárcel de Alcalá-Meco
- Ssostiene que en 1993 se entrevistó cinco o seis veces con Felipe González
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Mario Conde reveló ayer que Narcís Serra pidió al ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán que ocultara a su inmediato superior, el ex ministro del Interior José Luis Corcuera, la invetigación de la vida del banquero que le había encargado, el denominado `informe Crillón'.
En una entrevista al programa de Carlos Herrera, de Canal Sur TV, Conde dijo que no le gusta vivir en un país donde no sea delito que el Gobierno utilice dinero de los fondos reservados, de los contribuyentes, para contratar a una agencia de detectives extranjera para investigar a ciudadanos privados.
"Yo sé que el vicepresidente encargó el informe Crillón por Julián Sancristóbal. El ingresó el 19 de diciembe, yo el 23 y el 25 ya me ha contado todo lo del informe Crillón. Y me dice la verdad. Que Roldán le ha dicho que se lo ha encargado Serra, que haga un informe sobre mí, y le dice que no se entere Corcuera. Claro, le contesta Roldán: hombre! si no quiere que se entere el ministro, ¿de dónde saco el dinero? porque si es de los fondos reservados se va a enterar el ministro? No te preocupes que yo te lo doy, le dijo. Por eso aparece en escena el CESID. Todo cuadra".
Conde relató que es Julián Sancristóba el que se encarga de hacer las gestiones con Kroll, la agencia que finalmente le investiga. "Eso sé que es verdad, me lo cuenta con todo lujo de detalles. Y yo entiendo que eso es delito". El banquero advirtió que es extremadamente peligroso que se investigue la vida privada de los ciudadanos con fondos reservados.
"El poder no puede utilizar el dinero de los ciudadanos para investigar la vida privada de otros con el propósito de atarles corto para el supuesto de que quieran dedicarse a la política",afirmó.
Asegura que nunca ha intentado dedicarse a la política. "Tuve muchas presiones en el último trimestre de 1993. No podemos dejar que todo se reduzca a que votemos y que durante cuatro años nos desentedamos. Tenemos que crear mecanismos de equilibrio y compensación de poderes. Es importante que existan instituciones independientes, económicas y culturales, que sean contrapeso".
El ex-presidente de Banesto reconoció que en 1993 se entrevistó con Felipe González en cinco o seis ocasiones en e plazo de seis meses. Una de ellas en vísperas de las elecciones generales del 6 de junio, "y luego varias". Conde cuestionó que González no supiera nada de la intervención de su banco el 16 de diciembre, doce días antes de la intervención, cuando se entrevistó con él. En mayo de 1994 volvieron a hablar. González le aseguró entonces que ni él ni el vicepresidente tienen nada que ver con el informe Crillón.
"A mí me lo había dicho el ministro de Defensa -García Vargas- que efectivamente sabía que exista el informe Crillón. Si el señor Roldán hace eso es porque se lo manda alguien y si no se paga con fondos de Interior para que no se entere Corcuera y se paga con fondos del CESID, pues será que se lo manda la persona de la cual depende en CESID, el señor Serra. Además me lo dice el ministro de Defensa delante de mi mujer y delante de la suya. No le dió ninguna importancia dijo que era una chorrada que no dice más que tonterías". Conde reconoció que no tiene ninguna prueba que acredite que González conocira o encargara el informe.
Mario Conde negó que "en ningún momento" haya intentado ningún tipo de chantaje al Gobierno. En este sentido explicó que no quiso ir a la entrevista con el presidente González por razones personales, porque se ha sentido defraudado en sus relaciones con él, por lo que decidió que fuera su abogado, Jesús Santaella, con quien se reunión inmediatamente después en un restaurante para comentar la entrevista.
"Si hubiera ido sólo hubiera hablado de lo mío. Santaella habló excusivamente de lo mío. Si yo hubiera ido la polémica habría desaparecido". Según le explicó Santaella, González reconoció en esa entrevista que el Gobierno "se había pasado un poquito".
Conde aseguró no tener nada que ver con la llamada conspiración republicana ni con la designacion de su amigo Fernando Almansa como jefe de la Casa del Rey en lugar de Sabino Fernández Campo. "Yo nunca he tenido la sensación de que Fernández Campo fuera enemigo mío, y menos, que yo fuera enemigo de él. Es una falta de rspeto decir que tuve algo que ver en el cambio", afirmó.
En su opinión, es "sencillamente imposible" e inverosímil que el empresario Javier de la Rosa haya ejecutado ningún chantaje al Rey. "No creo que nadie se empeñe en los imposibles", señaló. Mario Conde cosidera que el Caso Banesto sólo es comprensible en clave política ya que otros bancos como el Central Hispano -según señaló- han sufrido un agujero mayor, de un billón de pesetas, y no han sido intervenidos.
Un año después de su ingreso en risión, donde permaneció durante más de un mes, Conde aseguró que su experiencia humana fue enriquecedora. El banquero dijo que sabe quien le sacó de la cárcel -"la ley interpretada por tres jueces"-, pero apuntó que es más complejo saber quién le metió -"un conjunto de presiones y de influencias expresas y encubiertas"-. Conde dijo que es de las "poquísimas" personas en España que todo el mundo sabe cómo se ha ganado el dinero.
Conde concluyó su entrevista, que fue grabada por razones estrictas de seuridad, según Carlos Herrera, pese a que el programa se emite en directo, asegurando que hay más exclavos y presos de libertad fuera de la cárceL que dentro de ella. "La cárcel se lleva en el corazón", concluyó.
(SERVIMEDIA)
23 Dic 1995
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