En su discurso para abrir la recepción con la que el Congreso de los Diputados conmemora el 28 aniversario de la Carta Magna, Marín recalcó que este acto no debe ser "una rutina más de las que impone el protocolo, no podemos ser injustos con la Constitución".

"El Estado de derecho y de bienestar que entre todos hemos construido tiene su fundamento en la Constitución Española de 1978", prosiguió, fruto "del consenso integrador y plural de todas las fuerzas democráticas, fruto de la voluntad soberana de los ciudadanos", que enviaron a sus representantes el mensaje de que debían alcanzar un "acuerdo con mayúsculas".

En la línea marcada por ese gran consenso, el presidente de la Cámara Baja subrayó que "diálogo, respeto, discreción, sentido del límite y buena educación son los más valiosos instrumentos para legislar y gobernar", también en momentos en que el debate político no lo hace fácil.

Aunque dijo ser "consciente de que los más avezados dirán que es malo estar fuera de la realidad", se mostró convencido de que la ciudadanía sigue enviando el mensaje del consenso, porque "para abordar las cuestiones cruciales que pueden afectar al futuro común" es necesario hacer un esfuerzo para "un entendimiento profundo. No es fácil, pero debemos intentarlo".

Marín recurrió a una cita para resaltar que el "verdadero liberal se distingue, no tanto por lo que defiende, sino por la manera en la que lo defiende, por la tolerancia antidogmática", y también por el "diálogo como esencia democrática".

En esta legislatura, continuó, se ha dado la ocasión para poder terminar con la violencia terrorista, "respetando el Estado de derecho, la ley, las decisiones de los tribunales y no olvidando nunca a las víctimas", por lo que "debemos intentarlo".

RESPETO A LAS DIFERENCIAS

Recordó que el Congreso de los Diputados se manifestó en ese sentido, y "con máximo respeto a las diferencias sobre este tema", quiso resaltar la "importancia de un principio elemental: la unidad democrática de los partidos políticos para trabajar juntos en la finalización definitiva de la violencia terrorista".

"No quier molestar a nadie, ni dar lecciones", aseguró Marín, sino llamar a las formaciones políticas a "volver al entendimiento", un esfuerzo que será "apreciado por la opinión pública".

Concluyó que "la Constitución es la urdimbre que da consistencia a nuestra diversidad, es nuestro lugar de encuentro y debe seguir siéndolo por encima de nuestras diferencias del momento".