Tras informar de que no trabajaba en la Comunidad de Madrid cuando estos hechos se produjeron, explicó que se siente "impotente" ante las "falsas acusaciones" contra su persona.

Asimismo, negó haber participado en la elaboración de dossier alguno y explicó que en junio de 2008 fue contratado como "personal eventual de confianza" en calidad de "asesor de protección ciudadana" de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior.

Explicó que "habitualmente" despacha con el viceconsejero de Presidencia, Justicia e Interior, Alejandro Halffter, y que tiene su despacho en la sede regional de Gobelas.

Afirmó que en los meses que lleva trabajando en la Administración regional ha colaborado en tareas de seguridad ciudadana elaborando análisis y propuestas en esta materia.

Señaló que no tiene funciones, que no cuenta con estructura y que usa un coche cedido por la Administración regional.

Marcos Peña, que concluyó su primera intervención haciendo pucheritos y a punto de llorar, dijo que en el departamento de Seguridad de la Comunidad de Madrid "a veces hay que hacer de todo, porque hay poca gente y muchos problemas".

Las portavoces del PSM e IU, Maru Menéndez e Inés Sabanés, afirmaron que Peña no ha aportado nada y ha generado más incertidumbre, y el portavoz del PP, David Pérez, que sus declaraciones han servido para "esclarecer" las acusaciones de espionaje contra la Comunidad.