Como telón de fondo de este cruce de acusciones permanece el conflicto en torno al agua que enfrenta a Baleares y Aragón. Marco compareció hoy ante los medios de comunicación para explicar que su Gobierno esperará el informe de su asesoría jurídica para decidir si presenta o no un recurso contra el decreto-ley que autoriza el trasvase de agua del delta del Ebro a Mallorca.

El presidente aragonés consideró que no existe inconstitucionalidad en la forma, aunque sí que podría haberla en el contenido.

Insistió además en la necesidad de realzar las obras incluidas en el Pacto del Agua y defendió que sólo se debe acudir al trasvase en casos concretos en que sea necesario para el abastecimiento de agua para el consumo humano.

En este sentido, puso de manifiesto que los aragoneses "tenemos que decir no absolutamente a cualquier tipo de trasvase y a cualquier tipo de transferencia. Y lo tenemos que decir con absoluta rotundidad".

Sobre las acusaciones de Cañellas, indicó que "personalmente me cuesta mucho contestarle a un presidente de na comunidad autónoma como Baleares, cuya política urbanística ha destrozado literalmente las islas y ha promocionado la especulación más feroz que se ha conocido en nuestro territorio".

"La malformación mental es un defecto, la perversión mental tiene un carácter mucho más grave. Yo creo que ha habido perversión mental a la hora de utilizar unas islas que nos gustaron tanto", explicó.

Marco se mostró dispuesto a aceptar aquellos trasvases que se dirijan al suministro de agua para beber y lamentóque no se reconozca la solidaridad del pueblo aragonés, que, a su entender, ha sido una constante a lo largo de toda su historia.