MARAGALL APUESTA POR UNA ESPAÑA FEDERAL Y SE MUESTRA CONVENCIDO DE QUE DERROTARA A PUJOL
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El candidato socialista la Presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, defendió esta noche una España federal, durante una conferencia pronunciada en Madrid sobre "Cataluña y España" en la que se mostró convencido de que la alianza cívico político que encabezará en las elecciones autonómicas catalanas ganará a Jordi Pujol.
El dirigente socialista catalán estuvo arropado en este acto por los principales dirigentes del PSOE y numerosos miembros de la Ejecutiva y parlamentarios soialistas, entre ellos José Borrell, Joaquín Almunia, Felipe González y el primer secretario de los socialistas catalanes, Raimón Obiols.
Maragall señaló que la sensación que hay en Cataluña es que se está al final de una etapa y al principio de otra. Aseguró que el cambio es posible y que la derecha nacionalista está nerviosa, lo que consideró "muy buena señal".
Argumentó que ese nerviosismo ha llevado a Jordi Pujol a agotar la legislatura, en lugar de celebrarlas en marzo de este año, porque un al resultado de las autonómicas supondría para CiU un desastre para esta formación política en los comicios municipales de junio porque "la Cataluña profunda está profundamente decepcionada" con Pujol.
Dijo que su proyecto pretende tender un puente ideológico desde el centro hacia la izquierda y que esa alianza cívico política quiere agrupar primeros a sectores sociales y culminar al final con una convergencia de partidos políticos.
Maragall se mostró convencido de que este planteamiento políticollevará a las urnas a muchas personas que hasta ahora se abstenían en las elecciones autonómicas.
FEDERALISMO
Maragall propuso una España federal, no sólo en lo político sino también en campos como el fiscal y el cultural. Apostó por una distribución del gasto público en la que el Estado asuma menos de la mitad y entre las comunidades autónomas y los ayuntamientos más del 50 por cien.
Asismimo, se mostró partidario de criterios de federalismo subsidiario con el fin de dar respuesta a la pregunt de quién hace qué en Europa. Opinó que de Europa debe depender la política exterior, la moneda y la defensa, y que el resto de competencias se acerquen al máximo a los ciudadanos.
También abogó por un federalismo cultural y propugnó que el catalán, el vasco y el gallego estén con el castellano en toda la simbología del Estado. Sugirió, a este respecto, que figuren palabras en estos idiomas en una de las caras del euro.
Por contra, manifestó que Cataluña tiene que reconocer que el castellano es u gran patrimonio para ella. Anunció que se va a escribir la historia común de los pueblos de España porque hay profesores de varias autonomías que ya están empezando a colaborar en ello.
Explicó que la mitad de los electores actuales no votaron la Constitución, por cuestiones de edad, y tienen derecho a efectuar una relectura de la Carta Magna. Rechazó el modelo de Quebec de hacer un referéndum secesionista cada cuatro años, por considerar que no hay país que lo aguante, pero manifestó que Cataluña pie que cada veinte años, una generación, se haga una relectura de la Carta Magna, para ver si todo el mundo la entiende igual.
Recordó a su abuelo, Joan Maragall, para glosar una idea suya, que el mejor catalanismo es el que entendió que su futuro pasaba ineluctablemente por España.
(SERVIMEDIA)
12 Ene 1999
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