MARAGALL ADVIERTE QUE LAS BASES DE LA FINANCIACION AUTONOMICA DEBEN APLICARSE TAMBIEN AL PAIS VASCO Y NAVARRA
- Defiende la publicación de las balanzas fiscales y la búsqueda de "soluciones equitativas que puedan ser admitidas con generalidad" por todas las CCAA
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El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, advirtió hoy de que los principios básicos del nuevo sistema de financiación autonómica deberían ser aplicables a todas las comunidades autónomas, también a las que disfrutan ahora de las condiciones de territorios forales, es decir, País Vasco y Navarra.
Maragall expuso en el Foro ABC "Las propuestas para Cataluña y las de Cataluña para España", con un cierto sentimiento de "desazón" por la sensación de que cada vez que hace esta exposición en Madrid la hace "por primera vez", como si nunca antes hubieran sido escuchadas.
La premisa de Maragall es que en ese sistema cada comunidad autónoma ofrezca a sus ciudadanos "unos niveles similares" de servicios con unos esfuerzos fiscales también "similares".
Se trata de evitar que, por ejemplo, Cataluña sea la cuarta comunidad autónoma en PIB antes de impuestos y subvenciones, y la sexta después de incluir estos dos factores.
Para ello, explicó, hay que definir mecanismos de subvenciones para que las diferencias de las comunidades autónomas en estos dos momentos no se eliminen completamente y, sobre todo, no se invierta. Lo contrario llevaría a unos territorios "acostumbrados al subsidio" y a otros "irritados por el uso que se hace de su sobreesfuerzo fiscal", alertó.
Junto a esta advertencia, Maragall trató en Madrid de quitar hierro a las acusaciones de insolidaridad lanzadas desde otros territorios y partidos.
"Ofrezco un compromiso de Cataluña con España y reclamo otro tanto del Estado, no para obtener privilegios, sino para poder seguir siendo solidarios". "No he hablado nunca de obtener privilegios o diseñar exclusividades", proclamó en dos momentos distintos de su intervención.
De hecho, abogó por unas bases comunes en el sistema de financiación autonómica para todas las comunidades. No defiende que País Vasco y Navarra dejen de tener su "singularidad", precisó, pero sí que exista "un principio común aplicable a todos".
"HAY QUE HABLAR DE DINERO"
Maragall insistió en que los catalanes "no están pidiendo algo que no les toca", pero reconoció la imposibilidad de demostrarlo sin datos.
Abogó, por este motivo, por la publicación de las balanzas fiscales. Se evitaría así, dijo, el sentimiento de muchos de que "existe gato encerrado".
En este punto, habló de "Madrid" refiriéndose al Gobierno central y le reprochó las reticencias a "hablar de dinero". "No es pecado. Hay que hacer ver que cuando se hable de dinero se acabará la discusión, que la discusión se mantiene porque no se habla de dinero, que cuando se haga, será un mal sueño", aseguró.
En esa balanza fiscal Maragall no quiso responder a la "pregunta del millón", la diferencia, según sus cálculos, entre lo que Cataluña ingresa y lo que aporta, pero reiteró que todo apunta a un desequilibrio cercano al billón y medio de pesetas anuales. Sería suficiente, añadió, la renuncia estatal a la aportación de un tercio de esa cifra por parte de Cataluña.
Maragall incidió también en su deseo de que las bases de ese nuevo sistema de financiación autonómica queden plasmadas en el nuevo Estatuto de Cataluña, al que se refirió como el instrumento del que los catalanes obtendrán "las herramientas para hacer frente a los problemas no resueltos".
Entre esos problemas no resueltos está la respuesta a nuevos retos que deben ser asumidos por una administración distinta de la estatal, como el impacto de la inmigración, y también el encaje de Cataluña en un Estado plurinacional.
El Estatuto catalán, dijo, estará hecho antes del verano y, previsiblemente, habrá sido ya aprobado en Cataluña para ser enviado a las Cortes Generales y ser después ratificado en referéndum, un compromiso, subrayó, de todos los partidos catalanes.
ESCEPTICISMO, PERO NO DESPRECIO
Tras una crisis interna del tripartito suscitada por el derrumbe del Carmel, Maragall proclamó en Madrid su confianza, "no ciega, pero muy profunda", en la solidez de su Gobierno, y defendió a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ante quienes ven en este partido un peligro para la integridad territorial.
Recordó que todos los presidentes de la Generalitat "moderna y democrática" anteriores a Jordi Pujol pertenecían a este partido, y concluyó que todos los integrantes del tripartito tienen a sus espaldas muchos episodios trágicos y saben "que ahora no podemos fracasar".
Esos episodios trágicos, aseguró, justifican "el escepticismo" de los nacionalistas catalantes ante la posibilidad de llegar a un entendimiento sincero con el resto de los pueblos de España, pero no "desprecio" como algunos dicen.
Sobre sus afirmaciones del tres por ciento, Maragall comentó que "alguna cosa debía haber para que las cosecuencias fueran las que han sido", pero prefirió "mirar al futuro" y trabajar por una mayor transparencia en la vida política, no sólo en Cataluña sino también en el conjunto de España.
(SERVIMEDIA)
06 Abr 2005
CLC