Marín estimó que el Comité de Regiones de la CE creado a raíz del Tratado de Maastrich es un paso para que las distintas regiones y nacionalidades puedan participar en la costrucción europea, aunque indicó que será muy difícil encontrar una solución que satisfaga a todos.

"El problema es que va a ser muy difícil encontrar un tratamiento homogéneo, porque hay países con una fuerte vocación de carácter federal, como Alemania, Italia o España, con el estado autonómico, pero hay otros países de la Comunidad que tienen una dimensión fuertemente centralista", dijo.

Para Marín, la ampliación de doce a dieciséis países miembros es "una aventura nueva que tendrán que resolve de forma correcta, porque inevitablemente habrá políticas que provocarán una mayor sensibilidad en unos que en otros".