En su discurso ante la Junta Directiva Autonómica de su partido, resaltó que “todas las hipótesis de gobierno pasan por el mismo sitio”, que es “esta sede” del PP en su comunidad. “Vamos a liderar, como hemos hecho siempre desde el PP de Castilla y León, este proceso con templanza, con moderación y pensando en las personas de Castilla y León”, dijo.

“De eso iban estas elecciones, iban de Castilla y León”, subrayó Mañueco ante las “reflexiones, especulaciones y cábalas” que dijo que “hay gente” que está haciendo al hilo de los comicios celebrados este 13 de febrero en su comunidad. “Tengo la capacidad, la decisión y la firmeza para encabezar precisamente ese proceso para alcanzar acuerdos y también para conseguir un gobierno eficaz y estable”, aseguró.

En este sentido, defendió de nuevo que tiene que dialogar “con todos” y hacerlo “hasta la extenuación” para acordar el mejor proyecto para esta tierra. “Yo quiero un gobierno sólido y estable para Castilla y León y quiero un gobierno en solitario”, trasladó el presidente del PP en Castilla y León y ganador de los comicios de este 13-F con 31 escaños.

REHUYE LA COALICIÓN

En este punto, preguntó “qué es un gobierno fuerte” y si alguien piensa que lo es la coalición que tiene Pedro Sánchez en España. “Eso es un Gobierno débil y fracturado”, indicó, y destacó que justo eso es lo que no quiere para su tierra. “Un gobierno fuerte no necesariamente tiene que ser un gobierno de coalición”, añadió Mañueco, sin mencionar directamente a Vox en toda esta reflexión.

De tal manera, Mañueco defendió que “un gobierno en solitario garantiza un gobierno fuerte con una sola voz, con un camino trazado”. En todo caso, aludió a la importancia de que dicho gobierno surja también de un pacto parlamentario “sólido, claro y con conocimiento de todas las personas de Castilla y León”.

Insistió en que su objetivo es conformar “un gobierno que tenga las ideas claras y el paso firme a partir de ese diálogo previo con todos”. Lo sintetizó diciendo que quiere “un gobierno con pilares firmes, sin medias tintas, sin tener trajes prestados y también sin tener la espada de Damocles encima”.

Ante los “muchos comentarios” que supuso que se van a escuchar a partir de ahora sobre la política de pactos, recomendó a los suyos “tranquilidad y serenidad”. “Vamos a actuar con transparencia, informando puntualmente de los pasos que vayamos dando y de las negociaciones o del diálogo como vaya evolucionando”, prometió.

"GRANDES PRINCIPIOS"

Sobre el proceso de diálogo que abrirá “con todos” a partir de ahora, dejó claro que no tiene “líneas rojas”, pero “sí grandes principios”. Advirtió en ese momento de que “la igualdad no es negociable”. “Si alguien piensa que el PP de Castilla y León va a dar un solo paso atrás en defender la igualdad social, la igualdad laboral, la igualdad de oportunidades, la igualdad entre hombres y mujeres, se equivoca”, sentenció.

Igualmente, subrayó que “la cohesión territorial no es negociable”. “No vamos a ceder a chantajes de apoyos por privilegios de unas provincias sobre otras. El que piense eso, se equivoca”, enfatizó el líder de los populares en Castilla y León, que también explicitó que “la integridad autonómica no es negociable”.

“Si alguien piensa que en el PP de Castilla y León vamos a trocear la comunidad, se equivoca de cabo a rabo”, alertó a la hora de trasladar que tampoco es negociable el modelo autonómico. “No vamos a contribuir ni a debilitar ni a desmembrar nuestro país. El que piense eso, también se equivoca”, apuntó.

En esta misma línea, resaltó que la integración en Europa tampoco es negociable. “Si alguien piensa que desde el PP vamos a romper nuestros lazos europeos, nuestro futuro común en Europa, que se llama vacunas, Política Agraria Común (PAC) e infraestructuras que vienen de Europa, también se equivoca de cabo a rabo”, aseveró.

Por último, ante el diálogo que empezará con las fuerzas políticas con representación tras el 13-F, advirtió de que “esto no va de sillones”, sino de hablar de “políticas concretas en favor de la gente de Castilla y León”, por lo que también incurrirá en un error el que haga números sin hablar de proyectos y el que pretenda equiparar la situación actual a la de hace tres años.