El fango ha dificultado toda la operación de rescate desde su comienzo, debido a que la cueva está ncomunicada con el mar desde hace años y el simple roce de las aletas y cualquier movimiento de los submarinistas hace que el agua se enturbie.

Las posibilidades de encontrar con vida al teniente Antonio Naranjo Soler, natural de Moratalla y perteneciente a la Escuela de Buceo de Madrid, y al guardia civil Antonio Sánchez López de la subcomandancia de Guipúzcoa, se consideraban prácticamente nulas al haber transcurrido más de dos días desde su desaparición. El delegado del Gobierno en Murcia, Eugenio araco dijo ayer por la tarde que "sería milagroso encontrarlos vivos".

El director del Centro de Submarinismo del Sureste de Mazarrón, Jorge Salas, explicó que la Cueva del Agua "es una de las más peligrosas de Europa, por lo que nosotros tenemos prohibido a nuestros buceadores que se internen en ellas. La cueva está totalmente sembrada de galerías que nunca han sido exploradas y cuya profundidad se desconoce, de hecho, nuestros buceadores sólo pudieron penetrar en la sima unos 70 metros".

Los eqipos de rescate están concetados por un cabo-guía con tierra donde se encuentra todo el grueso del operativo dirigiendo la búsqueda. Por otra parte, se suministra oxígeno a los buceadores desde la entrada de la cueva y mediante micrófonos se está en permanente contacto con ellos.

Los dos guardias civiles desaparecieron el viernes por la mañana cuando concluían unas prácticas de ejercicios subacuáticos que venían desarrollando en la zona del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civi.