La iniciativa de los socialistas recoge algunas de las medidas sugeridas en las últimas semanas por Zaplana. Para salir adelante, la proposición necesita el respaldo de la mayoría de la Cámara, que luego debe enmendarla en su tramitación parlamentaria.

El portavoz socialista, Jesús Caldera, explicó en rueda de prensa que el PSOE tiene ya garantizado el respaldo de todos los grupos xcepto el del PP.

Por este motivo, Caldera se puso ayer en contacto con Zaplana, al que pidió el voto afirmativo de su grupo con el compromiso de negociar las posteriores enmiendas al texto, que está, reiteró, "abierto a cambios".

Según explicó Caldera, tanto él como Zaplana coincidieron en que la violencia doméstica es "un problema de todos" que requiere soluciones inmediatas. Sin embargo, aseguró que el ministro le pidió la retirada de su propuesta argumentando que el Gobierno ya está analizand medidas.

Puesto que los dos coincidieron también en que este problema no debe ser motivo de enfrentamiento político, Caldera expresó su confianza en que el compromiso de reflexión de Zaplana se traduzca, el próximo martes, en un voto afirmativo del PP a la propuesta.

La proposición de ley de los socialistas plantea reformas en muchos ámbitos para atajar la violencia doméstica desde todos los ámbitos, desde el preventivo, a través de la educación, hasta el apoyo económico y laboral a las víctimas y el aumento de efectividad de la justicia en estos casos.