Pigem recalcó, en declaraciones a Servimedia, que sin entrar a valorar el contenido jurídico de la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, las referencias realizadas a la forma de vestir y de arreglarse de la víctima revela que "aún queda mucho por hacer" en materia de violencia doméstica.

Agregó que estos argumentos sguen la línea de la sentencia en la que se consideraba que llevar minifalta justificaba el mal trato por constituir una provocación, y deploró que aún se juzgue el comportamiento o actitudes de la persona por su vestimenta.

Pigem, que trabajó en nombre de su grupo parlamentario en la redacción de la orden de protección a las víctimas de violencia doméstica, se mostró convencida de que no hay en la sentencia ninguna referencia al aspecto físico del presunto maltratador.

De este modo, concluyó la dputada de CiU, queda claro que, además de "desafortunados", este tipo de argumentos son "discriminatorios" para la mujer.