El acusado fue juzgado la pasada semana en Guadalajara por los delitos probados de agresión y malos tratos a su compañera, con la que vivía desde febrero de 1997. La primera agresión denunciada y que se consideró probada durante la ista oral ocurrió en agosto de 1997. Las palizas se repitieron en noviembre de ese año y la última de las agresiones juzgadas y probadas se produjo en enero de 1998.

Sin embargo, en esa vista no se juzgó un delito posterior ocurrido a principios de este mes. En esta última ocasión, el acusado secuestró a su hija, de un mes, del domicilio donde convivía con su compañera en Fuentelencina (Guadalajara), después de propinarle una paliza a la madre.

Tras tener secuestrado al bebé durante 48 horas, el adre entregó a la niña a unos amigos en el distrito Centro de Madrid y huyó. La pequeña no presentaba signos de violencia.

A los pocos días, el acusado, sobre el que pesaba una orden de busca y captura del juzgado de Guadalajara, fue detenido por la policía y puesto a disposición del juez para responder ante la justicia de los delitos por los que ahora ha sido condenado.