Una mutación del cromosoma 4 del "gen del reloj", que regula el reloj biológico de los mamíferos, determina la preferencia por la noche o el día en las personas, afirma Emmanuel Mignot, experto en los trastornos del sueño de dicha escuela.

Las pruebas, realizadas a 410 adultos, consistían en unas muestras de sangre y unos cuestionarios. Los resultados permitieron comparar los "genes del reloj" e las personas estudiadas. Nueve personas de cada diez que poseían una variante del gen eran madrugadoras, mientras que más de la mitad, con otra variedad del mismo gen, eran noctámbulas.

Sin embargo, el gen no puede predecir el reloj biológico de cada persona. "Hay otros genes que, probablemente, estén también relacionados, y estamos investigándolos", afirma Mignot.

"Es un trabajo apasionante porque es la primera vez que se demuestra que puede haber una causa genética. La gente dice que es el amiente el que influye y si uno se va a dormir temprano se despierta antes, pero no es tan sencillo", explica Sonia Ancoli-Israel, una investigadora de la Escuela de Medicina Irvine, de la Universidad de California.

"Los descubrimientos de Mignot son un paso importante, pero no son definitivos. Es necesario que se investigue más al respecto", advierte Richard Bootzin, director de la Clínica de Insomnio de la Universidad de Arizona.