Esquivias cifró entre 4.000 y 5.000 los expedientes abiertos en la Fiscalía de Mnores por abandono, maltrato y otros asuntos relacionados con delitos cometidos por adolescentes.

El fiscal se refirió también al número de menores que se fugan todos los años de los reformatorios y de los centros de protección del menor. Durante el año pasado en Madrid, el número de fugas registradas ascendió a 800, de las cuales 784 se produjeron en centros de protección y 36 en los reformatorios.

Asímismo, Esquivias explicó que a esta cifra hay que sumar el número de fugas que se producen desd los domicilios familiares y que coinciden, en su mayoría, con épocas de exámenes. En 1995, se contabilizaron 738 fugas de domicilios familiares en la Comunidad de Madrid.

A la vista de estos datos, el representante de la Fiscalía del Menor en Madrid aseguró que la delincuencia juvenil coincide básicamente con la desestructuración del nucleo familiar y con fallos en el ámbito educativo.