El edificio está protegido por la Ley de Patrimonio Histórico Español, en la que se indica que un inmueble declarado "Bien de interés cultural" es inseparable de su entorno y se prohíbe toda construcción que altere su carácter o perturbe su contemplación. Toda acción que vulnere estos preceptos, como la que se pretende junto a la Basílica, está considerada como expoliación.

Asimism, los vecinos solicitan que se sancione tanto al Ayuntamiento, por desarrollar actuaciones urbanísticas ilegales, como al Ministerio de Asuntos Exteriores, propietario del templo, por incumplimiento del deber de conservación, y que se proceda a la expropiación del inmueble y su entorno a fin de evitar nuevas desviaciones y actuaciones irregulares en la ejecución del plan urbanístico.