MADRID. VECINOS DE CARABANCHEL BAJO LEANTAN BARRICADAS PARA PEDIR EL DESALOJO DE UNA CASA DE VENTA DE DROGAS
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Alrededor de un centenar de vecinos del barrio de Santa Bárbara del distrito de Carabanchel (Madrid) secundarán esta noche por segunda ocasión consecutiva una concentración de protesta frente a una vivienda desde la cual sus moradores trafican con estupefacientes, según han denunciado los vecinos.
El lugar, llamado 'casa de la higuera', está pendiente desde hace varios meses de la confirmación de na orden de desahucio por parte del juzgado. La Asociación de Vecinos de Santa Bárbara ha convocado varias concentraciones de protesta en el último año, pero la situación continúa igual.
La presencia anoche de agentes de la Policía Local desplazados desde el Ayuntamiento de Carabanchel no impidió que algunos vecinos lanzaran objetos diversos contra el tejado de la vivienda que, no obstante, no ocasionaron daño alguno al inmueble.
Los vecinos cortaron ayer la calle, ubicada en las proximidades de a 'Colonia de la Prensa', situando varios contenedores de basura que impidieron el paso de los autobuses de la linea 47 de la EMT, tres de cuyas unidades tuvieron que suspender el servicio por espacio de dos horas.
Los habitantes de la vivienda donde supuestamente se vende droga respondieron a los vecinos colocando en las ventanas los altavoces de un equipo de música a través de los cuales se oía una estridente música que pretendía, sin éxito, acallar a los vecinos que no dejaron de vocear: "Vida sí, rogas no".
La asociación vecinal mantendrá las concentraciones de protesta "debido a que la situación se ha hecho insostenible", relató a Servimedia su portavoz Rocio M., quien explicó que "los 'camellos' se pasean por la zona impunemente, creando una situación de inseguridad tremenda porque algunos de ellos son delincuentes comunes que acuden a la casa a comprar su dosis".
Otro vecino, Luis B., indicó que "la situación se agrava en verano porque el barrio se llena de drogadictos que recorren tods las calles con sus motos a alta velocidad, insultándonos cuando les recriminamos su actitud y con el tubo de escape trucado, haciendo que el descanso sea imposible, mientras que la policía no nos hace caso".
(SERVIMEDIA)
11 Abr 1997
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