La tormenta seca se caracteriza por el predominio de aires muy cálidos en las capas más bajas de la atmósfera, poca humedad y la posibilidad de descargas eléctricas.

La sensación de calor que acompañaal fenómeno se debe al fuerte viento procedente del Sáhara que acompaña al mismo, que no tiene por qué provocar un aumento de la temperatura.

Este fenómeno meteorológico sucede a las tormentas que a finales de junio inundaron Madrid y a los cambios bruscos de temperatura que se han producido en julio, y confirman la inestabilidad meteorológica que caracteriza este verano.

Mientras duró la tormenta, el viento calido sopló con la suficiente fuerza como para desaconsejar la salida a la calle o la aprtura de ventanas de las casas, ya que producía la impresión de una bofetada de aire caliente.