Según la CECU, esta política de los mencionados hospitales, que se extenderá próximamente al Ramón y Cajal, limita la libre competencia, tiende a crear monopolios y hace muy difícil la libre elección de este servicio por parte de los usuarios.

En la práctica,los familiares del fallecido que no les convenza la oferta tendrán que salir fuera del hospital y contratar con otra compañía, lo que es una alternativa poco viable en circunstancias tan difíciles.

"CECU-Madrid entiende que no es admisible la privatización de servicios en establecimientos públicos, como es el caso de los hospitales, puesto que atentan claramente a la libre competencia y limitan muy seriamente el derecho de los consumidores a la libre elección de productos y servicios", señaló hoy la oganización.

Asimismo, considera que la falta de competencia puede acabar encareciendo los precios, ya que la funeraria tiene que trasladar a los usuarios el coste que paga al hospital por la exclusiva.

Por ello, CECU-Madrid exige a la Consejería de Sanidad que ponga fin a esta política e impulse puntos de información con varias ofertas, para que los ciudadanos puedan elegir el servicio que consideren más apropiado.

La confederación no descarta acudir al Tribunal de Defensa de la Competencia i estimara que este tipo de prácticas vulneran los derechos de los consumidores a la libre elección de productos y servicios.