Este sindicato se alegra de la decisión del Alto Tribunal y afirma que "viene a reflejar un amplio y esperado sentido de justicia, tanto jurídico como social".

La sentencia también supone, a juicio de UGT, "el respeto al derecho consueudinario", ya que "el mercadillo había implantado una firme tradición en la Villa de Madrid".

UGT destacó asimismo que una de las consecuencias de la sentencia es en el plano social, porque "es importante la recuperación de este espacio de comercialización, para poder continuar de manera digna su actividad, que en definitiva representa un medio de vida, un puesto laboral de autoempleo".

Según la sentencia del Supremo, el Ayuntamiento de Madrid deberá iniciar de nuevo el procedimiento para prohibi el citado mercadillo, aunque no se reconoce sin embargo el derecho a funcionar del mismo.

No obstante, el Supremo aseguraba que la prohibición del mercadillo no podía ampararse en la ordenanza sobre venta en la vía pública de 1986, porque este reglamento municipal acepta como posible la instalación de mercadillos de artesanos.