Segú la central, esta circunstancia hace que muchos de los cerca de 150 conductores de la empresa Etasa, concesionaria de estos servicios, realicen su trabajo con miedo por su integridad física.

Los actos vandálicos son protagonizados, según UGT, por jóvenes que se trasladan a los bares y discotecas de la zona del Lago en la localidad de Coslada y al Barrio de la Estación de San Fernando.

Según los conductores afectados, entre las 9 de la noche y la 1 de la madrugada los autobuses se saturan en las pradas, provocando que los jóvenes lancen piedras y otros objetos a los vehículos y amenacen e insulten a los chóferes.

UGT va a poner estos hechos en conocimiento de las administraciones competentes -ayuntamientos y Comunidad de Madrid-, así como ante el Defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, para que adopten las medidas oportunas.