MADRID. TODAS LAS SEMANAS SON VIOLADAS AL MENOS TRES MUJERES EN LA CAM, SEGUN EL HOSPITAL LA PAZ

MADRID
SERVIMEDIA

En la Comunidad de Madrid (CAM) se producen al menos tres violaciones de mujeres a la semana, según manifestó hoy a Servimedia el jefe del servicio de Ginecología del hospital La Paz, Juan Ordás. La media son 2,8 casos a la semana y rara vez se han superado las 4 violaciones cada 7 días.

La Paz suscribió en 1990 un convenio con el Decanato de los Juzgados de Madrid para centralizar la toma de muestras y el seguimiento saniario de las mujeres que denuncian o son objeto de agresiones sexuales. Desde entonces, según Ordás, se mantiene invariable la cifra de víctimas que son asistidas en el servicio de Ginecología, unas 160 al año, con variaciones no superiores a 10 más o menos.

Sin embargo, el número de mujeres violadas podría ser superior, ya que cabe la posibilidad de que haya víctimas que no denuncien la agresión o que, aunque lo hagan, no acudan a La Paz a realizar el reconocimiento, sino a otro centro sanitario.

El reconocimiento médico es necesario para tomar muestras del semen, si se encuentran, que serán enviadas al Instituto de Toxicología y Medicina Legal, donde determinarán, si es posible, el ácido desoxirribonucleico (DNA) del presunto violador.

Si en el caso en cuestión hay algún detenido, se cotejará su DNA con el de la muestra obtenida de la víctima, de forma que sirva de prueba para el correspondiente juicio. El DNA es distinto para cada persona, por lo que la fiabilidad de la prueba es muy alta. Tres de cada cuatro mujeres violadas en la CAM tienen entre 20 y 25 años, según el doctor Ordás. Las víctimas menores de 18 años también se mantienen en un porcentaje estable desde 1990, cerca del 15 por cien de las atendidas en Ginecología de La Paz.

MUJERES MAYORES

Tampoco se libran de estos delitos sexuales las mujeres con edades superiores a los 50 años, aunque en un porcentaje residual. El pasado día 10, un hombre de 58 años fue detenido acusado de robar 300.000 pesetas y violar, junto a otr individuo que no ha sido identificado, a una vecina de 63 años. Ambos residen en la madrileña calle Atocha.

El hecho de que el presunto violador sea del entorno de la víctima se da en "más de la mitad" de los casos atendidos en La Paz. Se tratan de vecinos, amigos, "gente del entorno o que conoce de vista a la mujer", señaló Juan Ordás.

Las violaciones no escapan a ninguna clase social, según el experto, aunque proliferan en "los fines de semana y a la salida de los centros de diversión, a altashoras de la madrugada".

El doctor Ordás destacó que "un factor" de la violación es que "casi siempre hay facilidades", por ejemplo si va la mujer "sola, de noche o con gente desconocida".

El servicio de Ginecología de La Paz realiza un seguimiento en las víctimas para prevenir posibles enfermedades de transmisión sexual (ETS) o embarazos como consecuencia de la violación.

CUATRO O SEIS MESES

En el caso de las ETS, la mitad de las mujeres denunciantes que fueron reconocidas no se presentaro a la segunda consulta, lo que es interpretado como una manera de querer olvidar cuanto antes la agresión. En caso de no ser interrumpido por la mujer, el seguimiento se prolonga durante 4 ó 6 meses.

En los casi 5 años que lleva en funcionamiento este servicio, todavía no se ha dado ni un sólo caso de contagio del virus del sida por violación en la Comunidad de Madrid. Unicamente se han producido algunos casos de sífilis o enfermedades menores, como hongos o gonococia.

En los casos de embarazo, pimero se averigua si la fecha de la concepción coincide con la de la violación. Si la víctima no está embarazada pero el delito fue cometido en un posible momento fértil de la mujer, se le administra un tratamiento hormonal anticonceptivo.

Aunque la identificación de los presuntos culpables corresponde a la policía, del seguimiento médico se desprende que, en general, las víctimas se muestran "bastante decepcionadas" de cómo van las investigaciones, bien porque no saben cómo era el violador bien porqu no ha sido identificado todavía.

Juan Ordás considera que la sociedad madrileña, como todas las comunidades urbanas del mundo, "es violenta, es lo que se lleva", con las correspondientes consecuencias en forma de delincuencia. En este contexto, el especialista recomienda prevenir las violaciones evitando las situaciones que puedan dar alguna facilidad a los agresores (volver sola a casa a altas horas de la madrugada, por ejemplo) y, si la agresión sucede, sobre todo "denunciarla" para que pueda perseuirse al culpable.

(SERVIMEDIA)
12 Ene 1995
A