Un total de 43.500 horas son de servicio ilegal y la supresión de esas horas equivaldría a la retirada de más de 3.000 licencias de taxis en la ciudad.

Además, el Libro Blanco del Taxi indica que el intrusismo profesional en Madrid está descontando a cada taxista madrileño más de 50.000 pesetas mensuales.

Para acabar con este problema, el sector del taxi propone reducir el número de licencias, establecer la regla de "un coche, un conductor", un mayor número de días de descanso al mes, fiar turnos obligatorios de trabajo e introducir un sistema de jornada laboral flexible basado en el taxímetro.