MADRID. LOS TALLERES CHINOS ILEGALES CORRIAN PELIGRO DE INCENDIO Y CARECIAN DE SALUBRIDAD

MADRID
SERVIMEDIA

Los tres talleres clandestinos desarticulados ayer por la Policía Municipal de Madrid en el distrito de Usera presentaban graves deficiencias en materia de seguridad, salubridad y laboral, según informaron hoy a Servimedia fuentes de la Policía Municipal.

En la operación fueron trasladados a dependencias policiales un total de 25 chinos de ambos sexos, casi todos menores de 30 años, entre los que se encontraba una niña de 3 años, y el español Javier AL., de 44 años.

Los locales estaban situados en las calles Gabriel Ruiz, 23, donde vivían y trabajaban en precarias condiciones 17 ciudadanos chinos; Nicolás Godoy, 5, donde había 5 inmigrantes de la misma nacionalidad y la niña de 3 años, y en Madridejos, 61, que estaba regentado por A.L. y al que acompañaban 2 chinos más.

Las sospechas de los agentes municipales surgieron al observar que las personas que entraban en estos establecimientos mantenían "estancias prolongadas" en su interior, ante l que solicitaron un permiso judicial para registrarlos.

La inspección comenzó a las 19 horas de ayer y se prolongó hasta esta madrugada. En su interior, los funcionarios encontraron que allí estaban confeccionando prendas de mujer con graves deficiencias de seguridad y sin permiso alguno, además de vivir en el mismo sitio.

La gran cantidad de género textil almacenado representaba un importante peligro al tener a su lado instalaciones eléctricas y de gas construidas de forma casera, así como hornilos y estufas, y carecer de medidas contraincendios.

Además, no había servicios higiénicos adecuados, el estado de las cocinas era "deplorable", con alimentos en estado de putrefacción, según la Policía Municipal. "Pernoctan en colchones, cartones, tablones y mantas tiradas en el suelo, en el mismo habitáculo donde trabajan. Falta de ventilación, olores nauseabundos", indica el informe policial.

En cuanto a las irregularidades laborales, 4 inmigrantes poseen permiso de residencia, pero ninguno detrabajo. Faltaban registros en la Seguridad Social y las jornadas laborales eran excesivas.

En el taller de Nicolás Godoy los agentes hallaron un doble techo en cuyo interior había cuatro habitáculos de madera donde habían esparcido los colchones.

Han sido requisadas las máquinas de coser, cortadoras, planchadoras industriales y demás maquinaria con la que trabajaban, así como las prendas que habían sido ya confeccionadas y estaban sin etiquetar.

(SERVIMEDIA)
19 Mayo 1994
A