A juicio de SOS Racismo, estas cifras reflejan "el clima social de racismo creciente que vivimos, y que entendemos que exige una toma en serio del tema y la adopción de medidas" para cambiar esta situación.

De las 54 denuncias, la mayoría de ellas presentadas por inmigrantes, destacan varias relacionadas con malos tratos policiales, relaciones vecinales xenófobas, acso y discriminación laboral y agresiones en discotecas.

SOS Racismo-Madrid destaca también que su Federación estatal presentó el pasado año ocho denuncias públicas entre las que destacan la expulsión de menores inmigrantes de Madrid y Melilla, las condiciones de alojamiento de inmigrantes en Fuerteventura, el cierre del régimen general para obtener documentación y el "caos" administrativo de Extranjería.