Según el secretario general de CCOO-Madrid, Javier López, esta medida "es un despropósito que ya fue rechazado or el Consejo Económico y Social y que pretende pagar los agujeros de unas transferencias sanitarias mal negociadas e infradotadas".

Además, agregó que "en un momento en que la inflación está descontrolada con respecto a Estados Unidos y a la media europea (...), no es lógico que se fuerce aún más una subida de los precios, que puede tener efectos sobre la competitividad de las empresas y sobre el empleo en la región".

Por su parte, UGT indicó que la aprobación de este impuesto "es una medida socalmente injusta y que conllevará un incremento de la presión fiscal".

Al igual que Comisiones, UGT considera que el Gobierno autonómico se ha visto forzado a introducir este impuesto por el fracaso en la negociación de las transferencias sanitarias, castigando a los consumidores e incidiendo negativamente en el aumento de la inflación.