El "modus operandi" del detenido consistía en provocar una avería en el fluido eléctrico, que dejaba sin luz una vivienda. A continuación acudía al inmueble vestido de operario de mantenimiento, lo que le facilitaba la entrada a la casa.

Antes de cometer los delitos, Alejandro S. comprobaba el estado de las instalaciones de la vivienda en la que iba a actuar, accedía al registro de fluido eléctrico y saboteaba el cuarto de contadores. Vestido con el típico mono azul y logotipo de empresa, se ofrecía a arreglar gratis la avería. Así conseguía robar objetos de valor, como móviles, carteras con dinero y tarjetas bancarias. En otras ocasiones exigía 200 euros para reponer piezas, dinero con el que huía.

En algún caso, el delincuente llegó a amenazar a sus víctimas con un destornillador, con lo que consiguió cantidades superiores a los mil euros, por lo que también se le acusa de delitos de atraco.