Desde hace varios meses, los agentes municipalesestaban al corriente de las actuaciones de la mujer, tras las denuncias presentadas por varios taxistas estafados.

Paloma M.R., que siempre iba acompañada de su hija de 10 años, paraba un taxi, comentaba al conductor que sería una carrera larga porque tenía que hacer numerosas gestiones y en un momento del trayecto, que coincidía siempre en dirección a la calle Arenal, abandonaba el vehículo y no volvía más. En la mayoría de los casos el valor de la estaba rondaba las 5.000 pesetas.

Los taxistas acilitaron a la Policía Municipal la descripción física de la mujer (coincidente en todos los casos) y explicaron que solía ir acompañada de una niña.

Un agente observó ayer a una mujer que coincidía con la descripción y que iba acompañada de una niña. Tras vigilar sus movimientos, la detuvo. Posteriormente, fue identificada por sus víctimas y trasladada a la comisaría de Centro, donde se instruyen las diligencias.