Un portavoz policial precisó hoy a Servimedia que el ciudadano debe en primer lugar detener su vehículo y luego llamar. En el mencionado caso, el conductor auxiliado, de nombre Juan Carlos, se detuvo en el arcén en cuanto la telefonista de la policía se lo ordenó y le dijo qu esperara la llegada de una patrulla. Los agentes no le practicaron la prueba de alcoholemia ni presentaron denuncia.

La Policía Municipal recogió al ciudadano y lo llevó a la central de la calle del Plomo, al tiempo que un agente se hacía cargo del turismo. Luego, uno de los policías, que vive cerca de su casa, le acompañó en el tren hasta cerca de su domicilio y más tarde le llamó para interesarse por su estado.

Quien peor se lo tomó fue su esposa, dadas las horas y el estado en que llegó a cas, aunque posteriormente, al ver la repercusión informativa de la reacción de su marido, se lo tomó con mejor humor.

Por su parte, fuentes de la DGT recordaron, en declaraciones a Servimedia, que no se debe ingerir alcohol ni antes ni durante la conducción y que, si uno se encuentra mal por haber bebido y está conduciendo, debe detenerse y esperar a que se pasen los efectos del alcohol.