Los colmillos se hallaron durante la inspección de un vehículo que estaba con las puertas abiertas y sin ningún ocupante en su interior, por lo que los agentes se acercaron para comprobar su estado. El coche tenía rota una ventanilla y como no apareció el dueño, los policías procederon a su inspección.

Los municipales encontraron diversas facturas, tarjetas, documentación, un teléfono y dos placas de matrícula portuguesa, que no coincidían con las del coche. Además, hallaron tres sacos de esparto que contenían siete colmillos de elefante de 1,10 metros de longitud, aproximadamente, y un peso que superaba los 100 kilos.

Tanto los colmillos como el resto de los objetos hallados en el interior del automóvil fueron depositados en las instalaciones de la Comisaría de Los Cármens hasta que se instruyan las diligencias oportunas.

La Policía Municipal ha iniciado las labores de investigación a fin de conocer la procedencia de los colmillos, dado su valor y a que pertenecen a una especie animal protegida que está en vías de extinción. En caso de que el dueño apareciese, debería acreditar el origen legal de la mercancía, ya que en caso contrario sería sancionado.