Según la jefatura, agentes de la comisaría de Moncloa-Aravaca han detectado esta nueva modalidad de delito, utilizada por algunos delincuentes para apoderarse de tarjetas de crédito, con las que posteriormente realizan compras o hacen reintegros en metálico.

El descubrimiento de este nuevo sistema ha sido rápido, según la policía, ya que hasta el mometo sólo se conocen dos casos, uno de ellos consumado y el otro en grado de tentativa. Ambos tuvieron lugar en centros hospitalarios.

Los delincuentes localizan a una persona ingresada sola en una planta de un hospital y hacen una llamada telefónica a la habitación contigua, solicitando que avisen a la persona elegida como víctima, con el pretexto de que su número está averiado.

La habitación queda vacía un rato, ya que los comunicantes cortan la llamada y alargan la espera de la víctima en el cuato del vecino. Durante esos minutos, un cómplice se apodera de todos los documentos que encuentra.

Minutos más tarde, la víctima recibe una nueva llamada, esta vez en su habitación, en la que una persona se presenta como director de una entidad bancaria en la que el enfermo tiene cuenta -lo que conocen por haber robado previamente la tarjeta- y le comunica que, debido a la conversión de pesetas a euros, se están moficando los códigos secretos, le facilita uno nuevo y le pide el antiguo para cancelarlo Con este último dato consiguen realizar inmediatamente operaciones bancarias.