Esta es la segunda fase de unas obras que ya han transformado el tramo que va desde la Gran Vía a la Puerta de Alcalá. Como en aquel tramo, los pavimentos se construirán con losas de granito de dos tonalidades.

De esta forma se definirán dos formas diferentes: una ancha banda central en granito blanco, que quedará libre de obstáculos para facilitar la circulación de los peatones, y una segunda, de granito negro junto a a acera, en la que se instalará el mobiliario urbano.

Las dos zonas quedarán separadas por una alineación de farolas de estilo clásico, que, además, servirán para realzar las vistosas fachadas de los edificios. También se va a cambiar la barandilla que recorre todo el bordillo y separa claramente la acera de la calzada.

La red de servicios de agua, luz, gas y teléfono también serán mejoradas en todo este área.