El presidente de la CAM, Alberto Ruiz-Gallardón, afirmó en el acto que "no es casualidad" que Madrid se haya fijado en ellos y señaló que "es justo que esta vez se otorgue su máximo galardón a los siete ponentes constitucionales, sin cuya contribució no hubiera sido posible el Estatuto de Autonomía por el que los madrileños se dotaron de autogobierno en 1983".

"Como la entendiera el presidente Leguina, la función de Madrid como corazón del diálogo en España, como punto de encuentro y territorio mediador entre regiones, iniciativas y tendencias, constituye el gran argumento que explica por qué esta comunidad es moderna y solidaria, útil a sus ciudadanos y españoles", agregó.

Ruiz-Gallardón destacó que los madrileños no accedieron al autogobieno "para marcar distancias con el resto de españoles, sino para acercarnos más a ellos", y dijo que el "desarrollo autonómico no ha terminado, sino que empieza sólo a apuntar. Es ahora cuando debe dar lo mejor de sí mismo".

Por último, volvió a recordar a los siete ponentes constitucionales para manifestar que "nos ayudaron a los españoles a poner por escrito nuestra apuesta por la convivencia y la libertad".

CONSTITUCION VALIDA

Gregorio Peces-Barba, que habló en nombre de los siete galardonado, afirmó que la Constitución, "válida y vigente hace más de 20 años, es cada vez más abierta, más aceptada y más utilizada incluso por quienes afirman rechazarla frontalmente".

Recordó que "son muchos, algunos anónimos, otros conocidos, que fueron inmolados ante la acción irracional y asesina del terrorismo; son también muchos los que colaboraron desde sus consensos locales o regionales, o en corporaciones, instituciones, cuerpos de funcionarios, organismos empresariales o sindicales, ministros en aqul gobierno de UCD o dirigentes de los partidos clandestinos, socialistas y comunistas, o la buena Iglesia del cerdenal Tarancón y del padre Martín Patino".

Asimismo, dedicó una mención especial al rey don Juan Carlos, Adolfo Suárez, Fernando Abril Martorell, Alfonso Guerra y Santiago Carrillo.

Peces-Barbas destacó que con la Constitución "no hay espacio para la violencia terrorista, si es que alguna vez lo hubo", y dijo que "las ideas, todas legítimas en sí, se contaminan con la comprensión de lo medios ilícitos".

"Creemos que dentro de las reglas de juego constitucionales y estatutarias debe establecerse el escenario de cualquier discusión política, que deberá resolverse por esa doble acción del principio de las mayorías y del principio de la negociación, comunicación necesaria en cualquier sociedad democrática. Ni sólo el juego de las mayorías, ni mucho menos sólo la acción de la negociación, son mecanismos para ser utilizados habitualmente en la resolución de los conflictos, ni tampoco se ueden abordar éstos si persiste el uso de la violencia", concluyó.