De acuerdo con las mismas fuentes, los movimientos de tierra que se están realizando en esa zona con motivo de la ampliación de líneas de Metro, que está llevando a cabo la Comunidad de Madrid, provocaron la depresión del terreno en un radio de 350 metros.

Aunque el terreno sólo quedó resquebrajado, la Policí Municipal y los servicios técnicos que coordinan las obras se vieron obligados a cortar el tráfico en la zona y evacuar todos los vehículos que se encontraban aparcados allí con el fin de evitar males mayores, ya que se temía que el suelo cediera provocando un inmenso socavón.

Tres horas después de producirse el resquebrajamiento, los técnicos permitieron la apertura de un carril de subida y otro de bajada para que pudiera restablecerse la circulación de coches particulares y de la línea 120 de autobs de la EMT. De momento, la situación continúa igual y no podrá restablecerse la circulación en todos los carriles hasta que no se cimente el firme.