Los nueve afectados porla gamberrada sufrieron sólo irritaciones oculares leves, pero siete de ellos fueron trasladados a hospitales (cinco al Princesa y dos al Marañón) por tener antecedentes de problemas cardiológicos o respiratorios que aconsejaban mantenerles un tiempo en observación, de acuerdo con el mismo portavoz.

Según la Jefatura Superior de Policía, el suceso, que se suma a una escalada de incidentes ocurridos últimamente en el Metro, se produjo hacia las seis de esta tarde cuando los dos jóvenes descargaron en e vagón el contenido de dos esprays, compuesto de un gas de efectos irritantes que todavía no ha sido identificado.

La Policía sospecha que los autores de la gamberrada podían ser dos soldados, ya que entraron en la estación de Ventas con dos petates. Tras entrar en el vagón, enarbolaron sendos esprays que descargaron hacia el suelo. Inmediatamente después tiraron del freno de alarma y, aprovechando la confusión, escaparon antes de que pudieran ser detenidos.

"De todo ello", según la Jefatura Supeior de Policía, "se deduce que el incidente parece obedecer a un acto de gamberrismo. Algunos testigos señalan incluso que los dos jóvenes iban jugando entre ellos con los esprays. No se descarta que se trate de soldados, según las características aportadas por los pasajeros".