La Comunidad de Madrid ha invertido 6.000 millones de pesetas en la conexión de las líneas 8 y 10 del Metro y en la construcción de la estación, y pese a que la Consejería de Transportes ha puesto en marcha un plan de eliminación de barreras arquitectónicas, en el que estaban incluidas la de Gregorio Marañón y otras 31 estaciones de la ampliación del Metro, los discapacitados endrán que esperar para utilizar este transporte público en Chamberí.

En el plano que puede consultarse en los andenes de la estación figura un ascensor con acceso por la calle de José Abascal. La realidad, sin embargo, es que se han construido los huecos que permitirán su funcionamiento, pero por el momento no hay ascensor.

Otras estaciones recién inauguradas en la Línea 1, como el Alto del Arenal y Miguel Hernández, y en la Línea 6, como Moncloa o Lucero, disponen de ellos.

El plan del Goberno autonómico para adaptar el Metro de Madrid, de acuerdo con la normativa vigente, a las necesidades de los viajeros discapacitados incluye también las instalaciones antiguas.

La estación de Empalme cuenta con rampas de acceso a los andenes y se han reservado 289 millones de pesetas para construir siete ascensores en Sol.

Además, esta céntrica estación contará con barandillas con leyendas en el sistema Braille para orientación de los invidentes y pintura fotoluminiscente en los carteles. Tambin se colocará un pavimento especial cuya finalidad es la de dar información táctil para los discapacitados visuales.

Las nuevas instalaciones de Gregorio Marañón carecen por el momento de todos estos dispositivos para facilitar el acceso a las personas con discapacidad al Metro madrileño.