La empresa concesionaria del campamento es Heptaxport, la misma que fue denunciada hace dos semanas por otro campamento realizado en la segunda mitad de agosto, también en Roquetas de Mar, al que asistieron niños del distrito de Retiro.

Según los padres, las irregularidades comenzaron en el viaje de ida, en el que los chavales no tuvieron el preceptivo amuerzo en ruta. Al llegar a Roquetas, ya por la noche, los responsables del campamento les llevaron a la discoteca "O, Caribe" a celebrar la "Fiesta de la Cerveza" hasta altas horas de la madrugada.

Durante los días posteriores, los jóvenes salieron a clubes y discotecas, acompañados o no de monitores. Los transportes a estos centros de diversión, que no eran conocidos por los padres, los realizaban bien en automóviles de los propietarios o empleados de las discotecas, bien en autobuses contratados po el campamento, previo pago por los chicos de 2.000 pesetas.

Este precio incluía el traslado y la consumición (con alcohol). Los transportes en vehículos particulares eran especialmente peligrosos, porque en cada coche llegaban a viajar de 8 a 9 chavales.