Según informó hoy la Cadena Ser, el denunciante, que necesita bastones y un aparato ortopédico para caminar, asegura que los responsables del local se negaron a facilitarle el lbro de reclamaciones, por lo que se vió obligado a llamar a la policía.

Al parecer, Pablo Insua había salido a dar una vuelta con sus amigos y, tras frecuentar varios locales, entraron en el disco-pub "Cheyenne". En un pincipio nadie les puso trabas para entrar, ya que era un grupo muy numeroso y nadie se percató de su presencia.

Posteriormente, el joven salió acompañdo por un amigo para hacer una gestión y a su regreso al establecimiento el portero le negó la entrada, argumentando motivos de segridad por su condición de discapacitado.

El joven pidió el libro de reclamaciones, que le fue negado, y sólo le fue entregado tras requerir la presencia de la policía.

Por su parte, la dirección del local afirma que se le negó el acceso por motivos de seguridad, ya que su condición de minusválido podría poner en peligro la evacuación del local en caso de emergencia.

La dirección niega que actuase así porque su aspecto molestase o resultará poco estético, sino porque la sala estaba llena y lapresenca del joven discapacitado podría ser un peligro para él mismo y para el resto de la gente.

Tanto la Asociación de Bares de Madrid como la Confederación de Consumidores y Usuarios han condenado este suceso, al que han calificado de "nazi", y han animado a los discapacitados a denunciar cualquier supuesto de discriminación.

La Ley de Espectáculos regula en su artículo 24 el derecho de admisión en caso de embriaguez o estado de drogadicción maniesta, o bien cuando el cliente mantiene una actiud violenta o delictiva en el local, pero bajo ningun concepto puede aplicarse con fines discriminatorios por apariencia o minusvalía.