El acto de protesta partió del medio centenar de inmigrantes encerrados en la iglesia madrileña de Nuestra Señora de Guadalupe y fue convocado por los sindicatos CCOO y UGT, y por diferentes asociaciones y organizaciones no gubernamentales efensoras de los derechos de los inmigrantes.

El secretario general de CCOO-Madrid, Javier López, explicó, en declaraciones a Servimedia, que los concentrados pedían la vuelta al consenso social que produjo la aprobación de la Ley de Extranjería del año pasado, que contó con la participación de diferentes colectivos durante dos años y que ahora se ha roto con la reforma de la ley anterior.

López hizo hincapié en que en la Comunidad de Madrid existen alrededor de 60.000 inmigrantes "sin papeles", or lo que instó al Gobierno a que abra un "proceso de documentación" para estas personas, "bien con un permiso de trabajo o bien con un permiso de residencia".

El dirigente de CCOO valoró la decisión del Consejo de Ministros de iniciar un proceso de regularización de unos 61.000 inmigrantes, si bien consideró que es insuficiente porque "el año pasado muchísimas más personas solicitaron el acceso a 'papeles'".

Por su parte, la secretaria ejecutiva del Area de Inmigración de UGT-Madrid, Isabel Navaro, declaró a esta agencia que el Gobierno de José María Aznar debe "reconocer los derechos de los trabajadores inmigrantes que están encerrados en las iglesias".

Navarro anunció que su central sindical, conjuntamente con CCOO, presentará ante la Delegación del Gobierno una batería de propuestas para que el Ejecutivo central abra un proceso de regularización y reconozca los derechos sociales reconocidos en la Carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.