Los funcionarios de la prisión advirtieron ayer la fuga del líquido y detuvieron el vertido, pero el reguero había llegado ya a un arroyo cercano.

Según los técnicos de Medio Ambiente, que inspeccionaron esta mañana el lugar y reanudarán mañana las inspecciones en colaboración con técnicos de la Confedración Hidrográfica del Tajo, el arroyo presenta restos de gasóleo en un tramo de 200 metros.

Los funcionarios de la cárcel levantaron un pequeño dique para que no continuara cayendo combustible al cauce y extrajeron con la ayuda de motobombas el gasóleo remansado.

Orlandis manifestó que hasta mañana no contarán con datos para realizar una evaluación precisa de los daños ambientales producidos.

La bomba averiada pertenece a uno de los dos tanques de 50.000 litros que hay en el establecimient de Soto del Real, según indicaron a Servimedia fuentes de Instituciones Penitenciarias.